Un plato de pasta se puede preparar de la manera más sencilla o de la manera más sofisticada con ingredientes muy selectos, con cualquiera de las dos versiones seguramente tendremos un resultado que realmente disfrutaremos; podemos decir que la pasta puede ser un alimento básico en una dieta equilibrada, si la consumimos de manera adecuada, es de fácil preparación y se puede cocinar de muchísimas formas.

¿Por qué nos gusta la pasta?
Si observas un poco, seguro que en tu entorno hay gente reacia al queso, a la leche, a la carne roja o a las verduras. Pero ¿a la pasta? No, eso es más raro. ¿Por qué nos gusta? La edición francesa del HuffPost ha hecho esta pregunta el Día Internacional de la Cocina Italiana. Estas son las respuestas:
· Es una atracción adquirida desde pequeños: Al igual que el pan (al contrario que la col y el plátano), la pasta tiene un sabor lo suficientemente básico como para poder asimilarlo desde la más tierna infancia.
· La facilidad para cocinarla; independientemente de que seas un gran cocinero o apenas sepas picar cebolla, la cocción de la pasta está al alcance de todo el mundo.
Todos sabemos que la pasta es un platillo italiano ¿conocemos quién la inventó?
De acuerdo con la Organización Internacional de la Pasta, son muchas las teorías que se han elaborado en torno al origen de este alimento. Algunos investigadores adjudican el descubrimiento a Marco Polo, viajero del siglo XII, quien descubrió la pasta en China y la llevó a Italia.
Para otros se remonta mucho más allá, a antiguas civilizaciones etruscas, que la elaboraban mediante el machaque o trituración de diversos cereales y granos mezclados con agua, que luego cocían y resultaba un alimento sabroso y nutritivo.
A principios del siglo XIX, la cocina más refinada que triunfaba en las mesas de los nobles estaba compuesta por platos de pasta, poco a poco su uso se convirtió en un hábito gastronómico de las clases altas. Durante este siglo el consumo de pasta seca se extendió rápidamente entre toda la sociedad italiana, el cual se puso de moda y su ofrecimiento a los invitados se convirtió en un signo de distinción. La pasta hasta entonces se comía con las manos, y la adición de salsas hizo que esta forma de comerla no fuera la más adecuada, así que empezó a aparecer en las mesas de clase alta un instrumento adicional: el tenedor.

Para 1914, el secado artificial, hacía que la pasta estuviera a disposición de todas las regiones de Italia. El gran desarrollo de la pasta italiana en el cambio de siglo, estuvo muy ligado a la exportación, la cual alcanzó un alto récord de 70.000 toneladas, muchas de las cuales fueron dirigidas hacia los Estados Unidos. Más tarde, países importadores comenzaron a producir máquinas para fabricar sus propias pastas, y éstas lograron conquistar el mundo. A partir de ahí, la gente comienza a referirse a este fenómeno como “La Industria de la Pasta”.

Aunque se venden cientos de tipos de pasta, sigue siendo una experiencia muy divertida elaborarla uno mismo, reúnete con tus personas favoritas y pasen un buen rato preparando una ¡fabulosa pasta casera!